El paseo de La Malata



F
errol como siempre va a la cola de cualquier población, le adelantan ya pueblos que no tienen ni la cuarta parte de su población. Esto viene, a que tenemos un paseo tercermundista. Cabe decir que desde el nuevo puente peatonal hasta la feria de muestras está muy bien, pero ya uno si es mayor y quiere desplazarse hacia La Cabana lo tiene crudo. Es una ruta imposible, tiene unas subidas y bajadas dignas de la alta montaña, así como un terreno pedregoso apto para tener un buen esguince de tobillo. Señalar también que pasamos desde la zona de Punta Arnela hacia el pabellón de tener un ancho de acera más que aceptable, a otro que sólo permite pasar a dos personas. Me imagino que si aquí hubiera campeonatos de surf (como le gusta al alcalde) ya estaría esto más que arreglado. Mención aparte merece la porquería de la ribera donde las ratas hacen de La Malata su zona de descanso y relax, ¡qué bien quedaría una playa!

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