La iglesia, esa gran desconocida

Desde que tengo uso de razón me he dado cuenta de varias cosas relativas al mundo eclesiástico, tanto por haberlas vivido como por proximidad, es decir, haber estudiado en colegios de curas, o del Opus Dei, etc. Una de las cosas que resumen a todas es que todo es una gran trola, un montaje, una patraña que como pasa con todas las cosas cuando van de boca en boca al final es una historia completamente diferente. El argumento inicial en la mayoría de religiones es la misma, el embarazo de una mujer virgen, tres reyes o tres estrellas, el niño, etc.
El cristianismo como las demás religiones son un mito, un híbrido astrológico-literario. Por medio de una serie de acontecimientos y fechas se relacionan las narraciones religiosas más conocidas con temas astrológicos, vease al rey Horus en la cultura Egipcia.
Simplemente el ser humano ha ido evolucionando y el maldito carbono nos ha hecho gilipollas perdidos. Sinceramente a todos estos cuervos que van de negro por la cache sólo decirles que ojalá hubiera infierno porque irían todos ellos, y a todos estos padres que pierden un hijo pero casi les dá igual porque se va a ver a Dios, porque no os tiráis de un acantilado como hacían en alguna secta para ir también vosotros a ver a Dios, subnormales.