Navidades

Ya termina este año y como en todos los años anteriores llegan las peores fechas, llegan esas fechas que todo el mundo o casi todo el mundo manipula para al fin y al cabo sentirse bien. Son unas fechas que aparte de tocarte los cojones, también te tocan los bolsillos y aunque no quieras o reniegues de todo esto al final acabas cayendo. El único día que realmente parece divertido es el día de la paga extra, pero bueno el sueño de un día se acaba una vez que empiezas a comprar los regalos y entras a comprar un cd al Corte Inglés y ¡zazca! ya te encuentras en la sección de moda, jodido para todo el día, allá va la paga extra a tomar por culo. El día de nochebuena dices, bueno, hoy me pego una cenita, un buen vinito y a tomar algo por ahí, pero se ha jodido, el cuñado viene borracho, tu mujer jodida por una regla que no hay Dios que la aguante y la nochebuena pasa a ser Noche en el Museo de cera 2, aparte que no te has dado cuenta y ese langostino congelado que lleva ya más de un decenio en el congelador, te has dedicado a comerle la puta cabeza, ¡zasca! cagalera al canto y en vez de vinito a tomar el Acuarius sabor limón. Después de tanta putada esperas con ansias el día de Fin de Año, pero todo es otra pesadilla más. Te diriges al cotillón de todos los años, con esto de la crisis han vendido más entradas y donde sólo cabían 40 personas ahora somos más de 2000, te meten brevajes raros, el vodka pasa a llamarse Aristok, el Ron Fabada 7, El Wiskey GC, etc. Al final añoras el día de difuntos y te vas para casa mamado, el día 1 no recuerdas donde dejaste a la parienta, los niños que aparecen por la mañana en tu dormitorio piensas que deben ser los del vecino, y para más inri, el día siguiente a currar a las siete. Bendita Navidad.